En Google saben que a los gansos les costó millones de años de selección natural sobrevolar el Himalaya.
¿Será capaz la selección artificial del mercado de poner drones en el aire en sólo unos meses, aunque sea a 120 metros de altura?
Ahora que las aeronaves no tripuladas parecen la solución a todos los problemas, desde la ayuda a zonas inaccesibles hasta el reparto de pizza en hora punta, los colosos de las nuevas tecnologías reivindican su derecho a ser los pioneros del uso civil.
Hoy te vamos a contar cómo piensan Google y Amazon traernos los encargos hasta la misma puerta de casa subidos en cuadricópteros.
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Una promesa difícil de cumplir
Tal como anunció Dave Vos, jefe del programa Proyecto Wing, en noviembre, Google pretende lanzar su negocio de reparto con drones en 2017.
La fecha parece bastante forzada si tenemos en cuenta que las normas para el uso comercial de drones, especialmente sobre núcleos urbanos densamente poblados, esperan todavía su aprobación por los organismos reguladores correspondientes.
Aparte de la incertidumbre legal, los drones necesitan aún incorporar la última tecnología de evitación de obstáculos, de la que te hablamos en un artículo de diciembre, para prevenir accidentes cuando vuelen en zonas habitadas.
También resulta imprescindible el desarrollo de un sistema que permita a los drones comunicarse entre ellos y con las aeronaves tripuladas convencionales. Esta es una condición imprescindible, desde el punto de vista de la seguridad, para que en algún momento una flota numerosa de drones de reparto sea autorizada a usar el espacio aéreo sobre nuestras cabezas.
Repartir con drones: Los planes de Amazon
El pasado julio el director del programa Prime Air de Amazon, Gur Kimchi, describió cómo imaginaba el futuro servicio de reparto. En su opinión los drones recreativos tendrán en Estados Unidos un límite de unos 60 metros de altitud, cuando ahora es de 120.
Los drones recreativos y los comerciales compartirán el espacio aéreo para el tráfico lento y el tráfico de alta velocidad tendrá reservado el espacio entre los 60 y los 120 metros. En esa franja van a circular las aeronaves de reparto que se desplazan desde los almacenes a las casas de los clientes.
Kimchi no cree que se vaya a permitir a los drones volar entre los 120 y los 150 metros, ya que por encima de ese límite operan los helicópteros. Los aviones vuelan mucho más alto y los drones probablemente no podrán acercarse a los aeropuertos ni a los pasillos aéreos que las aeronaves tradicionales utilizan para el despegue y el aterrizaje.
Mismo objetivo, diferente tecnología
¿VHS o Beta? ¿DVD o Blu-Ray? ¿LED o Plasma? Cada vez que se desarrolla una nueva tecnología hay varios sistemas, con sus pros y sus contras, tratando de imponerse. Ni siquiera tiene porqué ganar el mejor, sino el que primero alcanza una cierta masa crítica. El sistema operativo Windows, o la fonética del inglés, son buenos ejemplos.
Igual que en la evolución de las especies, adaptarse bien a las circunstancias es la clave. Resumimos en un párrafo las opciones que hay sobre la mesa para que decidas por ti mismo cuál tiene más futuro. De un lado, una parte de la industria defiende el uso del sistema ADS-B, o Automatic dependent surveillance – broadcast, que obliga a la aeronave a determinar su posición vía satélite y retransmitir los datos. De otro, hay quien prefiere emplear las redes celulares ya disponibles.
Entretanto Amazon, Google y Wal-Mart, gigante del sector de los supermercados que también quiere una flota de reparto propia, trabajan con el regulador norteamericano para crear la siguiente generación de control de tráfico aéreo.
¡Si trabajas en el sector minorista, o tienes una tienda electrónica, y se te ocurre alguna idea para el reparto con drones, no dejes de compartirlas con nosotros en los comentarios!
Fuente: ValueWalk