Médicos sin fronteras: Los drones todavía no entregan pizza pero pronto salvarán vidas

Aún va a pasar bastante tiempo antes de que los drones con fines comerciales nos lleven la cena a casa o los regalos de navidad que hemos pedido en Amazon, pero en los lejanos bosques de Papúa Nueva Guinea ya se está haciendo realidad una visionaria iniciativa con drones de reparto para llevar asistencia sanitaria a lugares de difícil acceso.

El origen de este proyecto está en Médicos Sin Fronteras, quienes están ayudando a combatir una grave epidemia de tuberculosis que se ha entendido en las zonas rurales del país. En septiembre varios ejecutivos de Matternet, una novedosa empresa de drones de Silicon Valley, se desplazaron a Papúa Nueva Guinea, invitados por el gobierno del país y el personal de la organización humanitaria.

“Estamos trabajando en uno de los pantanos más grandes del mundo,” dice Eric Pujo, administrador de este programa de Médicos Sin Fronteras, quien reconoce los problemas que ofrece el país: “Es un entorno lleno de desafíos, y para ejecutar un buen proyecto contra la tuberculosis, uno de los puntos clave es el diagnóstico. Cuanto antes pongas en tratamiento a un paciente, más opciones tienes de evitar que se extienda.”

Redes de transporte con drones

El problema para los médicos está en transportar las muestras de los pacientes, la cuales deben analizarse rápidamente para un diagnóstico más preciso. En el distrito de Kerema las muestras deben viajar desde las clínicas hasta el hospital central, con distancias que van de los 25 a los 130 kilómetros. Las carreteras son también de difícil acceso por el barro o directamente no existen, y cualquier viaje es impredecible, pudiendo llevar horas o días.

Este programa es idea de Pujo, quien tras escuchar una ponencia de Andreas Raptopoulos, director general de Matternet, se puso en contacto con la empresa cuando se dio cuenta de que drones de bajo coste podrían ser la alternativa perfecta. El objetivo de la compañía, localizada en Palo Alto, California, es crear redes de transporte con drones en zonas del mundo con pocas carreteras o de muy mala calidad.

Raptopoulos cree que los drones de reparto son el futuro de la industria, pero que también pueden ayudar a países en desarrollo a dar un gran salto tecnológico en el ámbito de los transportes y los envíos. Algo similar a lo que ha ocurrido en el campo de las comunicaciones, donde la aparición de dispositivos móviles baratos ha reducido la necesidad de tener que construir una cara red de infraestructuras para una línea de teléfonos fijos.

Los drones de Matternet una prueba prometedora

En la prueba de Papúa Nueva Guinea los drones de Matternet llevaron una carga ficticia que simulaba el peso de 10 muestras de tuberculosis, llegado a cubrir entre 20 y 25 kilómetros de distancia gracias a la autonomía de su batería. Los drones, con un precio de 4.000 euros, aterrizan en un lugar predeterminado en el que debe haber alguien presente,si bien su configuración es muy simple y se hace con una aplicación para iPhone.

El viaje más largo realizado fue de 43 kilómetros, para el que fue necesario hacer una parada para cargar la batería. En coche se tardaría varias horas, en cambio, el dron lo completó en 55 minutos. La prueba fue prometedora, suficiente para que Médicos Sin Fronteras siga trabajando con la Matternet para desarrollar el programa, aunque la organización está pendiente de un informe de viabilidad por parte de la empresa.

Pero el futuro del proyecto pasa por solucionar problemas mucho más grandes, especialmente los relacionados con el limitado rango de la batería y las complicadas condiciones climatológicas de Papua Nueva Guinea. Por lo que si sale adelante será necesario construir estaciones de aterrizaje y recarga, si bien para algunas de las clínicas más alejadas no siempre será posible recargar la batería.

Otras compañías, como el servicio de reparto alemán DHL, ya han están realizando sus proyectos experimentales, algo que unido a los anuncios de Amazon y Google de que están trabajando en sus propios programas de drones de reparto, no ha hecho más que aumentar el interés en el trabajo de Matternet, quienes están centrados en desarrollar y lanzar su primer producto al mercado.

Un reflejo de este interés es el hecho de que en agosto la empresa trabajó junto a la Organización Mundial de la Salud para realizar otra prueba en las altas montañas de Bután: “Ahora las organizaciones se están poniendo en contacto con nosotros, tratando de convencernos para que trabajemos con ellos”.

Fuente: Co.Exist

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