En nuestra última entrega echamos a volar el bólido FPV Walkera Runner entre pacíficos drones de fotografía para que se desfogasen los amantes de la velocidad. Hoy hemos despejado todo el espacio aéreo para ellos porque vamos a hablar del Tilt, un modelo “fast and furious” que necesita mucha pista por delante.
Como toda bestia mitológica el Tilt es original desde la cuna. En vez de nacer en la cadena de montaje, igual que todos los de su especie, este drone nace en una impresora 3-D. Además, está hecho de otra pasta, en concreto de fibra de carbono. Y por si no fuera suficiente, nos encontramos ante el primer drone de código abierto del mercado.
Una nueva generación de cuadricópteros de carreras capaces de resurgir de la fibra de carbono en el interior de una impresora, igual que el ave Fénix de sus cenizas, y de competir con ella o con cualquier rival en velocidad, como vamos a ver enseguida.
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El mini drone de carreras más rápido
Comparados con los de otro animal de leyenda, el coche de competición Lamborghini Aventador, los números del drone FPV te van a sorprender. Cierto que el Aventador genera 550 caballos de potencia y Tilt 1.6, menos que el clásico de Citroën. Pero ahora viene lo bueno. Tilt acelera de cero a cien en 3.7 segundos y el Lamborghini en 3.9. Y no sólo eso: el drone aventaja en más de un punto al deportivo en la relación entre el peso y la potencia.
Con la cámara mejorada para no mirar nunca suelo, especialmente a gran velocidad, la dosis de adrenalina en el arranque no debe tener nada que envidiar a la que se libera al volante del deportivo.
¿Cómo se las arreglan los creadores del Tilt para imprimir mayor aceleración, lograr una velocidad punta de más de 110km/h y mejorar la aerodinámica?
Pau Mallol, el desarrollador del drone, concede todo el mérito al sistema que permite inclinar el rotor. Los cuatro brazos basculan hacia delante, dando al aparato un perfil bajo y comunicando una potente aceleración a toda la estructura de carbono. Un recurso elegante, sencillo, que junto a la ligereza y resistencia del material produce un drone de carreras ganador.
El drone que vino del frío
Inkonova es una compañía con base en Estocolmo que ha sabido combinar su experiencia en el desarrollo de productos y la impresión en tres dimensiones para crear multirrotores al límite de lo que permite la tecnología.
Aparte de la velocidad y la cámara FVP mejorada, la compañía sueca ha dotado al Tilt de otros muchos detalles interesantes. Repasemos algunos.
Tilt tiene una placa de carbono con espacio para la cámara o parachoques en la parte de delante y el equipo que necesites en la de atrás. Lleva la antena detrás para separarla del dispositivo electrónico de recepción de señal y proteger el VTX, o transmisor de muy alta frecuencia, de los golpes. Por último, incorpora una doble placa para que montes todo el equipo que quieras y una batería de 3K de fibra de carbono que sólo tendrás que equilibrar una vez, aunque después uses baterías de varios pesos.
Dos modelos de drone FVP a elegir
Hemos dejado para el final la que tal vez sea la mejor cualidad del Tilt desde el punto de vista del usuario, su diseño único para las dos configuraciones posibles de motor, X4 y X8. De esa manera basta instalar una pieza para convertir un X4 en un X8 Super Tilt Drone Racer, la versión más avanzada del cuadricóptero.
Hay dos modelos del Tilt:
1. El PRO v1.2 cuesta unos 530 euros sin transmisor o 590 con el dispositivo incluido.
2. La versión PRO X8 oscila entre los 760 y los 825 euros.
Si te convencen y quieres pilotar uno, aún necesitarás tener algo de paciencia porque el Tilt, debido a que cada unidad se monta y se prueba por separado después del encargo, tarda tres semanas en resurgir de sus cenizas de carbono. Eso sí, la espera merece la pena y podrás disfrutar del aparato como sale de la caja, preparado para volar.
¿Te resulta difícil de creer que el cuadricóptero gane en los primeros metros al Lamborghini?
No te pierdas el video promocional.
A que distancia puede llegar un de estos se lo requiere para obsevar paisajes des de la comodidad de mi casa